Hoy solo quiero hablar de lo que aconteció ayer…

Mientras estaba sentada en un restorán de Doñihue tomando  once con un buen pan amasado, estaban frente a mí una pareja que se conocía  hace 23 años, hace solo 7 años habían contraído matrimonio. El motivo del cual no los llev

o a casarse hace 23 años antes, era que ella simplemente no quería. Sin embargo, se dio cuenta y lo digo textualmente “Hace años que ya se conocían, Vivían juntos y quería estar con él así que,  por que no?. No fueron grandes palabras, nada que demostrara el amor que sentía por èl y la había llevado a cometer el “Matricidio” _como le digo yo. Pero había otra cosa que me llamo mucho la atención;  Tenían ambos un sentido del humor sarcástico, y se complementaban.  Mientras bailaban al ritmo de una ranchera que cantaba un hombre al micrófono, se hablaban al oído y reían, ninguno de los dos bailaban bien, debo admitir, _aunque yo tampoco soy una gran bailarina.

Cuando llegaron a la mesa él le acariciaba la espalda y seguían hablando entre sí con cara de “picarones”, cuando ella hablaba de su profesión (Matrona)y aconsejaba cosas al resto de nosotros que nos encontrábamos en la mesa, el la observaba con un brillo en sus ojos. Al pasar la tarde en vista de lo mucho que habíamos comido todos los que participábamos en la mesa, decidieron llevarse el pan y los trozo de torta de ambos. “Llévala en una bandeja de polietileno”_ le dijo él; “Polietileno?, yo las conozco como Plumavit”_Respondio ella; “Es porque tu como toda la gente las conocen por la marca, Plumavit es la marca solamente así, como otras cosas, Papel higiénico (Confort)_Dijo él. No fue una conversación muy interesante de escuchar, pero es la primera vez que escucho una pareja  no burlarse de la otra por no saber claramente algo muy obvio así, como también me llamo la atención que al momento de explicarle la diferencia no lo hizo en tono burlón, jamás pretendió humillarla, como lo he visto en otras ocasiones con otras parejas. Es todo estos pequeños detalles que me hicieron ver no solo a mí, si no al resto de los espectadores de la mesa, el amor envidiable y respeto que sentían el uno por el otro. Nunca he visto respeto en una pareja, intenciones de no humillarse el uno con el otro, querer no tener la razón siempre, cuidarse, conocerse, empatía  y sobre no todo ver personas muy adultas  reír y conversar de cosas vanas pero con sentido. Si lo he visto en un pololeo, pero no en un matrimonio. Podemos especular que tal vez estaban fingiendo para nosotros, pero no lo creo, en sus palabras no expresaban amor, pero sus actos lo dijeron todo para mi y el resto de la mesa. Después de todo las palabras si se las lleva el viento, pero las acciones y cuidados no.  Tal vez ellos actuaban así , por que llevaban pocos años casados sin embargo, viviendo juntos eran 23 años completos. ¿Será que la palabra matrimonio asusta a la gente y los vuelve fríos?, ¿creen en verdad que cuando firman un papel ya están seguros el uno con el otro?, ¿ya no hay que seguir prestándole importancia ni conquistando al otro para que se siga interesando por mi? Cuál es el motivo en que tanto hombres como mujeres se envuelven en una rutina, miran atrás y se arrepienten de haber contraído nupcias tan “jóvenes”_ Tal vez si no me hubiera casado de inmediato, habría hecho tantas cosas, mi vida sería diferente ahora…

El estar ahí para la otra persona lo toman como una obligación ya no es por querer o sentir estar ahí _El matrimonio te limita, los hijos te limitan… Escuche ayer del conductor que nos traslado hasta el Restorán en el cual nos encontrábamos. Le pregunte al conductor _¿Usted ahora se arrepiente de haberse casado?, “No, pero me falto hacer muchas cosas, por eso le a consejo s usted que disfrute su juventud, dese gustos propios haga todo lo que quiere pero cuidese y cuando llegue el momento en que sea su propia decisión el querer formar algo estable y tenga una pareja estable, recién ahí tome la decisión de casarse, antes no” Fueron sus sabias palabras.